Este capítulo ya se encamina la reflexión, a la práctica docente debido a que se ofrecen diez razones para formar a los enseñantes a reflexionar:
• Compense la superficialidad de la formación profesional
• Favorezca la acumulación de saberes de experiencia
• Acredite una evolución hacia la profesionalización
• Prepare para asumir una responsabilidad política y ética
• Permita hacer frente a la complejidad de las tareas ayude a sobrevivir en un oficio imposible
• Proporciones los medios para trabajar sobre uno mismo
• Ayude a sobrevivir a un oficio imposible
• Proporcione los medios para trabajar sobre uno mismo
• Ayude contra la lucha de la terrible alteridad del aprendiz
• Favorezca a cooperación con los compañeros
• Aumentar la capacidad de innovación
Donde cada una de ellas nos ofrece ciertas recomendaciones que los docentes deberían tomar en cuenta para comenzar a ser unos practicantes reflexivos, ya que a pesar de que su formación no sea la mejor, si es importante ir identificando los errores y a la vez tratar de irles corrigiendo en la medida de lo posible, a fin de encaminar a estos formadores a que mediante el ejemplo es vayan cimentando las bases para que posteriormente, en el dia día analice su desempeño y busque la manera de mejorarlo para que no solo se favorezca su práctica si no también comience a inculcar esa cultura en los futuros profesionales a los cuales se les está formando, pues aún se está muy a tiempo de formarlos bajo esta concepción para que posteriormente se vuelva una manera de innovación en la formación de nuevas generaciones.
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